Ayer (sábado 14 de mayo) a las 6 de la tarde celebramos la actividad central de la nueva escapada gastrocultural: la cata ciega de rosados en el Sueño de Virila. Amaia del restaurante As Bruixas nos introdujo en el mundo de la elaboración de rosados, y nos dio las claves visuales, olfativas y gustativas a las que debíamos prestar atención. Eran cinco los rosados a catar, tres navarros, un aragonés y un leonés, como descubrimos al final de la sesión.
Ver los matices de color sobre el folio blanco (tonos violeta, tejas, rubí…) parecía algo difícil ¡hasta que nos tocó intentar el análisis olfativo! Nuestras referencias de principiantes se acercaban más a productos elaborados (“piruleta”) o a sensaciones vividas (“huele como cuando entras en una floristería”), pero entre todos logramos notar la gran diferencia de matices existente entre los cinco rosados.
El último sentido a poner a prueba en la cata era el gusto ¿sabíais que cada tipo de sabor se detecta en una parte diferente de la lengua? Yo la verdad es que no. En esta última prueba todos nos esforzamos mucho, a pequeños sorbitos nos bebimos todo el vino para captar con detalle -muchísimo detalle- los matices del sabor...
Ya adiestrados nuestros sentidos, Amaia nos propuso identificar una serie de aromas: rosa, frambuesa, pimiento verde, espino blanco, grosella... condensados en pequeños frasquitos. La experiencia fue muy divertida, aunque personalmente noté que el olfato no es mi sentido más desarrollado.
¿Qué mejor para airearnos y despejarnos que una visita por Sos del Rey Católico? Pepa fue una guía de lujo, que nos acompañó en el paseo hasta As Bruixas, donde nos esperaba la segunda parte de la sesión: los pintxos maridados con los rosados que habíamos degustado en la cata. Disfrutamos del rissoto de hongos, salpicón de gambas, crema de garbanzos con curry y las fresas con chocolate en la bodega, dando buena cuenta de los rosados y disfrutando de buena compañía y mejor conversación.
Hoy a la mañana parte del grupo ha acudido a visitar la bodega de Uncastellum, y los organizadores nos hemos reunido ya para preparar la siguiente escapada gastrocultural. ¡Os esperamos!
Loli (Ruta del Tiempo)